domingo, 26 de abril de 2015

Haciendo balance

Acostumbrados ya a las dinámicas de grupo de los viernes, nuestra última reunión tuvo algo de diferente (y no nos referimos solamente a que estuviese amenizada por la música de Los Nikis). Se trataba de la última práctica antes de exponer el proyecto final en clase, cosa que haremos dentro de tres semanas. Durante ese tiempo, grabaremos los vídeos y les daremos forma de “visita virtual”, volcando en ellos toda la información que hemos recopilado estas semanas.

La clase práctica también nos sirvió para hacer balance de los resultados que está dando la cuenta de Twitter que, consideramos, está ayudando bastante a la difusión de nuestro trabajo. Además, nos está siendo útil para conocer otras cuentas de temática similar y aprender de cómo estas gestionan la información.

Nos alegra comprobar que la entrada sobre el Colegio de los Irlandeses que hizo Joaquín ha sido muy visitada, por lo que os añadimos algunas publicaciones relativas a las relaciones entre la monarquía hispánica e Irlanda, obra de un investigador que nos recomendó el profesor David Alonso. Estos son algunos de los títulos que pueden encontrarse en la biblioteca de nuestra facultad:
RECIO MORALES, Óscar. Ireland and the Spanish Empire, 1600-1825. Dublín: Four Courts Press, 2010.
-, Irlanda en Alcalá: la comunidad irlandesa en la Universidad de Alcalá y su proyección europea, 1579-1785. Madrid: Fundación Colegio del Rey, 2004.
-, España y la pérdida del Ulster: Irlanda en la estrategia política de la monarquía hispánica (1602-1649). Madrid: Laberinto, 2003.


sábado, 25 de abril de 2015

Palacio del Duque de Uceda

 http://youtu.be/dc2ETowtHks
El del Duque de Uceda, es uno de los palacios más importantes del Madrid del siglo XVII. Se encuentra en la calle Mayor 79, donde hace esquina con la calle Bailén, y su construcción debió de comenzar hacia el año 1609, tras haber regresado la Corte de Valladolid.


Fue encargado por Cristóbal Gómez de Sandoval-Rojas, el primer duque de Uceda, valido de Felipe III e hijo de su anterior valido, el duque de Lerma. Desde el establecimiento de la Corte en Madrid, los más destacados miembros de la nobleza española, trataron de situarse en las inmediaciones del Alcázar, surgiendo así un paisaje palaciego en la zona, con notables conjuntos como el de Éboli o el de Malpica, ambos desaparecidos en la actualidad. Además de este palacio, el duque de Uceda, fundó también un convento adosado, emulando lo que el rey había hecho con La Encarnación.


Muy probablemente, el diseño de este palacio se deba a Francisco de Mora (al menos sus primeras trazas), quedando la dirección de obras a cargo de Alonso Turrillo. Al morir Francisco en 1610 sería sustituido por Gómez de Mora, su sobrino, quien también heredaría de él los cargos de arquitecto real y de maestro mayor del Concejo de Madrid. Este palacio fue un modelo a seguir para las siguientes construcciones palaciegas, marcando unas pautas muy claras: un rectángulo alargado con ladrillo de fondo a modo de plano pasivo y granito marcando los elementos activos: portadas, huecos, cantoneras de esquina, alero y zócalo. Unas torres angulares achapiteladas cubiertas de pizarra frenarían la potente proyección horizontal (éstas desaparecieron por un incendio en el siglo XVIII) y contaría también con dos patios interiores; unos principios que, con lógicas variantes desarrollará Gómez de Mora en edificaciones posteriores, como en la fachada del Alcázar, la Cárcel de Corte o el Ayuntamiento. Ésta característica alternancia de ladrillo y piedra será inherente a la escuela madrileña, llegando hasta Villanueva y sus discípulos neoclásicos.
 Las portadas presentan unas columnas exentas de orden dórico, y al estar situadas a los lados de la fachada, establecen un eje descentrado y asimétrico en correspondencia con los patios interiores. Toda la fachada se encuentra repleta de escudos de la casa de Uceda, y los ventanales de todo el conjunto están coronados con frontones, triangulares en el piso inferior y curvos en el superior, “marcando así una dicotomía estilística muy típica de conceptos manieristas, al tiempo que el fuerte relieve de éstos pone una nota claramente «pintoresca», que volveremos a encontrar en otras obras de Gómez de Mora”. Al rodear el edificio, podremos observar un notable desnivel, el barranco de las Hontanillas, que cae hacia el final del barranco de la calle Segovia, donde se aprecia claramente la diferencia de pisos entre la fachada principal y la trasera.

Ya en 1717, Felipe V dispuso por Real Decreto el traslado a este palacio de todos los consejos, a excepción del de Estado, que continuó realizándose en el Alcázar. Fue en 1858 cuando el Consejo de Estado se trasladasó al Palacio de Uceda, habiendo sido suprimidos todos los demás por las Cortes de Cádiz en 1812 (que consagraron el rango constitucional del Consejo de Estado). Actualmente, el palacio está repartido en dos organismos: la Capitanía General al este y el Consejo de Estado al oeste.



BIBLIOGRAFÍA

- Madrid de los Austrias, VV.AA., La librería, Madrid, 1986 pp. 44, 56, 57, 58.
- Madrid Barroco, VV.AA., La librería, Madrid, 1992, pp. 22, 23, 24.


jueves, 23 de abril de 2015

EL COLEGIO DE LOS IRLANDESES EN MADRID


Escondida en el trazado urbano de Madrid, se encuentra la Calle Irlandeses. Lejos de las bebidas espirituosas asociadas al gentilicio, la pequeña calle peatonal situada en las cercanías de la Calle Toledo esconde un pasado brillante, repleto de política, intercambio y religión. En aquella zona, hoy la manzana de casas comprendida entre la Calle Irlandeses, Calle del Humilladero, Calle Calatrava y Calle del Mediodía Chica, se situaba el Colegio de San Patricio de los Irlandeses.



Desconocido para el profano y para cualquiera que transite las calles citadas, el Colegio se fundó el 2 de abril de 1629, por Theobald Stapleton. La razón: acoger y educar a los seminaristas irlandeses, perseguidos por la Monarquía Inglesa. El de Madrid fue uno de los seis colegios que llegaron a estar abiertos en la Península Ibérica, dedicados a la formación religiosa de sacerdotes, que con el tiempo regresarían a Irlanda a defender la fe católica.

Íntima enemiga de Felipe II, Isabel de Inglaterra redactó en 1571 una Bula de Excomunión contra los católicos irlandeses. En un contexto de persecución religiosa, muchos irlandeses, y entre ellos, muchos seminaristas, tuvieron que exiliarse en otras países europeos. Pocos años después estallaría la Guerra entre España e Inglaterra, que se prolongaría desde 1585 hasta 1604, año en que se firma el Tratado de Londres, favorable a España

"El enemigo de mi enemigo es mi amigo" dice el dicho y como suele suceder en estos casos, se cumplió. En 1590, Felipe II, atiende la petición de Fray Buenaventura Nagtin de proporcionar ayuda a 24 seminaristas irlandeses, que no podían continuar su formación en Irlanda. Ese mismo Colegio se trasladaría a Salamanca dos años después y sentaría el precedente de otros como Lisboa, Santiago de Compostela, Sevilla, la propia Madrid y Alcalá de Henares.



En concreto, las raíces del Colegio de Madrid empiezan en 1614, año en que Felipe III otorga 100 ducados por año a dos clérigos irlandeses, vinculados jurídicamente al Colegio de Sevilla, para que se establezcan junto a la Corte. Pasados unos años, en 1629, se funda el Colegio de Madrid, propiamente dicho, otorgando formación a entre 10 y 20 seminaristas.

Entre los niños escogidos para formarse como sacerdote en la Capital de las Españas, se preferían los irlandeses gaélicos, que al estudiar en España mejoraban su pronunciación en latín. Además se les tenía prohibido leer textos redactados en inglés, con la intención de contrarrestar la Herejía. 

Las posesiones de estos irlandeses incluían un Colegio dedicado a San Joaquín y Santa Ana, una Iglesia con advocación a San Patricio y un Hospital, situado en la misma Calle del Humilladero, dando a la Calle Toledo. Seis años después de su fundación, una donación permitió ampliar el complejo y abarcar una zona aproximada a la manzana inscrita entre las calles antes mencionadas.

Fundado como consecuencia de un conflicto internacional, otra circunstancia de política exterior mejoró la posición del Colegio en 1635. Ese año, Francia había entrado en la Guerra de los 30 años, y tanto el tanto Luis XIII como Felipe IV querían atraerse a los irlandeses a su causa. Ya en 1651, Cromwell expulsa a 1000 sacerdotes católicos irlandeses, que en su mayoría se asientan en España. Cinco años después, se tienen noticias de la colocación de un órgano en la iglesia, signo de la buena marcha del Colegio.

Ya en el Siglo XVIII, y con la llegada de los Borbones se mantiene el trato de favor hacia los Colegios Irlandeses en España. Un siglo después, otros llegados de Francia, las tropas napoleónicas, saquean la Institución en 1809. Tras la Guerra de Independencia, la Institución continuará con sus funciones docentes y mantenimiento de la iglesia de San Patricio. Una iglesia que fue destruida en el transcurso de la Guerra Civil, en torno a los años 1937 y 1938. 


En total más de 300 años de vida y funcionamiento del Colegio de los Irlandeses en Madrid. Una institución nacida al calor de un conflicto que terminó feneciendo ante las llamas de otra guerra.


BIBLIOGRAFÍA:


ALONSO GARCÍA, David, Breve historia de los Austrias, Madrid, Ediciones Nowtilus, 2009.

GARCÍA HERNÁN, Enrique, "El Colegio de San Patricio de los Irlandeses de Madrid (1621 - 1937)", Madrid. Revista de arte, geografía e historia, Nº 8, (2006), pp. 219 -246. 

GONZALO SÁNCHEZ-MOLERO, José Luis, Felipe II: la mirada de un rey (1527 -1598), Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2014. 

LYNCH, John, Los Austrias: 1516 -1700, Barcelona, Crítica, 2010. 

MONTERO ALONSO, José, Recuerdos irlandeses en Madrid, Madrid, Instituto de Estudios Madrileños, 1992. 

PARKER, Geoffrey, Felipe II: la biografía definitiva, Barcelona, Editorial Planeta, 2010.



--- Publicado por Joaquín Rodríguez el 23 de abril de 2015  ---

Difusión: Twitter

Hoy hemos comenzado una nueva etapa en nuestro proyecto. Tras un período de búsqueda de información, por fin tenemos claro cómo vamos a darle forma a esta. Por ello, y mientras elaboramos el vídeo final, hemos decidido dar salida a todos los datos interesantes que hemos recopilado mediante una cuenta de Twitter.
La cuenta es @madrid_moderno ( https://twitter.com/madrid_moderno), y en ella queremos ir publicando diariamente las entradas que redactemos en el blog, así como imágenes interesantes o curiosidades breves. Cuando hayamos terminado el vídeo, le daremos difusión a través de esta cuenta. Asimismo, creemos que puede servir para divulgar los proyectos de otros compañeros.
¡Esperamos que tenga buena acogida!


lunes, 13 de abril de 2015

Últimos retoques

 Habiéndonos repartido ya gran parte de las tareas, a nuestro grupo sólo le faltaba ya concretar el formato de presentación. Volviendo la vista atrás, el aluvión de propuestas era abrumador: un mapa con los puntos de interés marcados, un folleto informativo, un pequeño "tour" por las calles del Madrid moderno, una presentación en clase, una página de Facebook... Finalmente, parece que nos hemos decantado por un pequeño documental en formato audiovisual, que, aunque modesto, sirva para facilitar una información de interés que aliente a los espectadores a realizar el recorrido que propondremos.

 Pese a haber descartado muchas opciones interesantes, su planteamiento nos ha servido para apoyar nuestra decisión final; y es que, para difundir el vídeo, puede ser muy útil crear un perfil en una red social, así como crear una documentación de apoyo. Lo cierto, es que aún quedan algunas decisiones que tomar, pues además de tener buenas intenciones, también hemos de ser realistas y abordar una propuesta que tanto nuestros medios como nuestra agenda nos permitan, pero sin duda haremos todo lo que esté en nuestra mano.

 ¡Seguiremos informando!