La Casa de la Villa o
el antiguo Ayuntamiento se encuentra en pleno casco histórico de Madrid, entre las
calles Mayor (al norte), del Codo (al este), Duque de Nájera (al oeste), Madrid
y del Cordón (al sur).
Enrique IV, gran amante de la ciudad de
Madrid, encargó una importante reforma en la plaza, queriendo ensalzar lo que
desde siempre había sido el viejo corazón de la ciudad. Su intención era la de
concentrar allí las más importantes labores ciudadanas como el gobierno municipal,
el mercado y los festejos; funciones que con la llegada de la Corte se
desempeñarían definitivamente en la Plaza Mayor, quedando la antigua Plaza de
San Salvador1 destinada a albergar las reuniones del Concejo de la
Villa2. Fue el propio Enrique IV quien otorgó el título de Noble y
Leal villa a Madrid, y es desde entonces que se conoce a esta entrañable plaza
por su actual nombre.
Fue en el siglo XVII, cuando se decidió que el
ayuntamiento de la capital requería una sede más apropiada. El proyecto del
nuevo edificio, se encargó al que por entonces era maestro mayor de la Villa:
Juan Gómez de Mora, comenzando su construcción en la década de 1630, a pesar de
que la confirmación de los planos no se dio hasta 1644. Según éstos, la nueva
casa consistorial tendría la forma de un rectángulo alargado, con dos torres en
los ángulos (al final se hicieron tres), garantizando una sensación de
uniformidad que haría inconfundible al edificio desde la lejanía. Estas
características arquitectónicas, nos recuerdan claramente a la estereotomía del
Palacio de Uceda, adecuándose así a la escuela Madrileña del Madrid de los Austrias:
muros de ladrillo visto, granito para los elementos activos, pizarra para las
cubiertas, y para rematar, unos esbeltos chapiteles. Al igual que en el Palacio
de Uceda, hay escudos que salpican la fachada, y el hecho de que haya dos
portadas, no se debe en este caso al acceso a un patio doble, sino a la dúplice
función que en un principio iba a desempeñar este edificio: la de cárcel y la
de Concejo. Estos pórticos fueron decorados por José del Olmo y Teodoro
Ardemans. La casa de la Villa posee bellos salones, destacando
el de Goya y el de Plenos, con una fantástica bóveda decorada por el pintor
cordobés Antonio palomino, quien también decoraría la capilla, convertida en
despacho.
En 1648, habiendo muerto Gómez de Mora, su
ayudante de dirección, José de Villarreal, se encargó de continuar con el
proyecto. Respetó lo esencial, aunque hizo algunos cambios. La distribución interior
se realizó alrededor de un patio central, llamado ahora de Cristales, decorado
también por Ardemans y Olmo. Muerto Villarreal, serían éstos los encargados del
proyecto, introduciendo detalles puramente barrocos. Las obras finalizaron en
1692.
______________________________________________________________________
1 . Así llamada por una antigua iglesia que
ahí había con el mismo nombre, actualmente desaparecida.
2 .Hasta el siglo XVII se realizaron en una
sala situada sobre el pórtico de la hoy inexistente iglesia de San Salvador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario