jueves, 14 de mayo de 2015

La Casa de la Villa

http://youtu.be/7yJP4uTLJoM

La Casa de la Villa o el antiguo Ayuntamiento se encuentra en pleno casco histórico de Madrid, entre las calles Mayor (al norte), del Codo (al este), Duque de Nájera (al oeste), Madrid y del Cordón (al sur). 


 Enrique IV, gran amante de la ciudad de Madrid, encargó una importante reforma en la plaza, queriendo ensalzar lo que desde siempre había sido el viejo corazón de la ciudad. Su intención era la de concentrar allí las más importantes labores ciudadanas como el gobierno municipal, el mercado y los festejos; funciones que con la llegada de la Corte se desempeñarían definitivamente en la Plaza Mayor, quedando la antigua Plaza de San Salvador1 destinada a albergar las reuniones del Concejo de la Villa2. Fue el propio Enrique IV quien otorgó el título de Noble y Leal villa a Madrid, y es desde entonces que se conoce a esta entrañable plaza por su actual nombre.

 Fue en el siglo XVII, cuando se decidió que el ayuntamiento de la capital requería una sede más apropiada. El proyecto del nuevo edificio, se encargó al que por entonces era maestro mayor de la Villa: Juan Gómez de Mora, comenzando su construcción en la década de 1630, a pesar de que la confirmación de los planos no se dio hasta 1644. Según éstos, la nueva casa consistorial tendría la forma de un rectángulo alargado, con dos torres en los ángulos (al final se hicieron tres), garantizando una sensación de uniformidad que haría inconfundible al edificio desde la lejanía. Estas características arquitectónicas, nos recuerdan claramente a la estereotomía del Palacio de Uceda, adecuándose así a la escuela Madrileña del Madrid de los Austrias: muros de ladrillo visto, granito para los elementos activos, pizarra para las cubiertas, y para rematar, unos esbeltos chapiteles. Al igual que en el Palacio de Uceda, hay escudos que salpican la fachada, y el hecho de que haya dos portadas, no se debe en este caso al acceso a un patio doble, sino a la dúplice función que en un principio iba a desempeñar este edificio: la de cárcel y la de Concejo. Estos pórticos fueron decorados por José del Olmo y Teodoro Ardemans. La casa de la Villa posee bellos salones, destacando el de Goya y el de Plenos, con una fantástica bóveda decorada por el pintor cordobés Antonio palomino, quien también decoraría la capilla, convertida en despacho.

 En 1648, habiendo muerto Gómez de Mora, su ayudante de dirección, José de Villarreal, se encargó de continuar con el proyecto. Respetó lo esencial, aunque hizo algunos cambios. La distribución interior se realizó alrededor de un patio central, llamado ahora de Cristales, decorado también por Ardemans y Olmo. Muerto Villarreal, serían éstos los encargados del proyecto, introduciendo detalles puramente barrocos. Las obras finalizaron en 1692.

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1 . Así llamada por una antigua iglesia que ahí había con el mismo nombre, actualmente desaparecida.
2 .Hasta el siglo XVII se realizaron en una sala situada sobre el pórtico de la hoy inexistente iglesia de San Salvador.

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